Lo indicó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) al presentar un nuevo informe. En total, se pusieron en marcha 37 disposiciones, según relevó el organismo.
En el marco de la crisis derivada del coronavirus y las medidas de aislamiento, Argentina es el segundo país de la región que implementó mayor cantidad de medidas para aliviar al sector empresarial, según se desprende de un nuevo informe presentado este jueves por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).[Privado]
El documento titulado “Sectores y empresas frente al Covid-19: emergencia y reactivación” presenta un cuadro en el que se detalla por país y por ítem la cantidad de disposiciones que se emitieron para paliar los efectos económicos de esta crisis sanitaria mundial.
De hecho, la Administración nacional (sin contabilizar las resoluciones provinciales o municipales) implementó un total de 37 medidas, sólo cuatro menos de Brasil, que -con 41-, se encuentra en el primer lugar de este ranking.
En detalle, el Gobierno nacional emitió 11 medidas destinadas a paliar la falta de liquidez del sector; nueve, correspondientes a mejorar las ofertas de crédito, nueve de ayuda directa, dos de apoyo a la producción, cuatro para el empleo y dos para el rubro exportador, según se detalla en la tabla consultada por este medio.
Luego de Brasil y Argentina, se ubican Chile (32 disposiciones), Colombia (27) y Perú (17), junto a Costa Rica y Honduras.
Por otro lado, Panamá registró 16, Paraguay 15, República Dominicana 14, Uruguay 13, Trinidad y Tobago 12, Cuba 11, mientras Ecuador y Guatemala emitieron 10.
México sólo implementó 10 disposiciones; en tanto Bolivia, Venezuela y El Salvador registraron ocho. Por su parte, Barbados emitió seis y Haití, cinco, indicaron los registros de la Cepal.
Decisiones acertadas
Con relación particular a Argentina, al momento de la presentación del informe, la secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, consideró “muy decidida” la respuesta del Gobierno argentino tanto en materia sanitaria como económica y social ante el impacto de la pandemia de coronavirus.
Bárcena destacó, en conferencia de prensa, que el país instaló “muy tempranamente el aislamiento social, preventivo y obligatorio, y ha tenido muy buenos efectos en materia de contención de la expansión de contagios”.
De ese modo se registró “una mortalidad relativamente baja” en comparación con el número de habitantes del país “y eso también ha logrado que no se saturen los sistemas de salud”, evaluó.
Asimismo ponderó también que Argentina dispuso “un conjunto de medidas de contención y preservación de capacidades de gran magnitud y alcance, a pesar de la gran fragilidad macroeconómica que está enfrentando mientras renegocia su deuda externa pública con acreedores privados”.
La secretaria de Cepal destacó específicamente la implementación del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), “que contempla la postergación y reducción del pago de contribuciones patronales y el pago por parte del Estado del 50% de los salarios registrados del sector privado”, además de un seguro de desempleo de entre US$90 y US$150 y créditos a monotributistas y autónomos a tasa cero.
Por último, Bárcena recordó que la Argentina “también instituyó tempranamente el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), con una transferencia monetaria a trabajadores informales de $10.000, muy en línea con lo que nosotros propusimos, y que alcanzó a cerca de 8 millones de personas en abril y mayo”.
Perspectivas regionales
En tanto, en relación a las perspectivas a futuro que permiten dimensionar el alcance de esta crisis, la Cepal estimó que en los próximos seis meses cerrarán en la región 2,7 millones de empresas formales (2,6 millones de ellas de tamaño micro) y se perderán 8,5 millones de empleos, por lo que llamó a reforzar las “políticas insuficientes” que están aplicando los Gobiernos del área.
Al presentar en Santiago de Chile el informe, Bárcena, precisó que se espera el cierre de 19% de las empresas formales de la región.
El impacto de la pandemia de coronavirus alcanzará inclusive a grandes empresas, de las que se prevé que desaparezcan 406 que hoy emplean a 231.724 trabajadores.
Según el organismo, las más impactadas serán las microempresas, ya que cerrarían 2,6 millones (con 6,3 millones de trabajadores), destino que también correrían 98.700 pymes (1,5 millón de empleados) y 5.943 firmas de mediano tamaño (390 mil empleos).
Bárcena estimó además que las más afectadas serán las firmas de comercio (1,4 millón y 4 millones de trabajadores) y las de turismo (290.000 y un millón de empleos), y remarcó que “muchos irán a una informalidad muy precaria”.
“Más de un tercio del empleo formal y un cuarto del PIB se generan en sectores fuertemente golpeados por la crisis”, se puntualizó.
Frente a esta crisis, Bárcena propició “una respuesta a gran escala para evitar destrucción de empresas y empleos, porque si no no va a alcanzar”.
Alertó en ese sentido que muchas medidas ya adoptadas “suponen una recuperación rápida, que las empresas pueden generar utilidades, que van a poder devolver créditos y pagar impuestos más pronto de lo que puede suceder, cuando las perspectivas indican que esto va a tardar un par de años”.
“Se deben postergar o cancelar pagos de impuestos y aportes previsionales hasta fines de 2020 y suspender pagos de servicios básicos (como la luz, el gas e Internet) sin pago de multas”, señaló Bárcena.
También propuso “mejores condiciones de acceso al crédito”, con períodos de gracia de un año (“la Unión Europea ya concede más de cuatro en algunos casos”) y plazos de devolución de cinco años o más.
El informe de la Cepal impulsó además el cofinanciamiento de la nómina salarial por seis meses, lo que representaría 2,7% del PIB para cubrir las nóminas laborales de 80% de las microempresas; 60% de las pymes; 50% de las medianas y 30% de las mayores.
Respaldó también las transferencias en efectivo (subsidios) de entre US$300 y US$500 mensuales a 15 millones de cuentapropistas y autónomos latinoamericanos por seis meses, lo que implicaría 0,8% del PIB (0,9% en el caso de la Argentina).
En tanto, propició luego el apoyo a empresas de todo tamaño, incluidas las grandes, que serán en gran medida las que condicionarán la reactivación en el futuro.
“Debe analizarse inclusive, aconsejó Bárcena, la posibilidad de que el Estado participe en la recapitalización en sectores estratégicos, como ocurre en el caso de las empresas de transporte aéreo en Chile, Colombia y México”, afirmó Bárcena.
“Los Gobiernos nacionales tendrán que ayudar a las industrias aeronáuticas, que deben rescatarse o apoyarse ya sea con garantías estatales, liquidez o con alguna participación estatal como en Alemania y Francia”, concluyó la secretaria ejecutiva de la Cepal.[/Privado]
Fuente: Comercio y Justicia.