La producción industrial continuó rebotando en junio: tras el histórico desplome de marzo y abril, los dos meses de cuarentena en su versión más rígida, ahora logró apilar dos meses continuos de repunte parcial. En junio, la mejora fue de 7,4% mensual y de esa forma la producción del sector fabril continúa 10,2% debajo de los niveles prepandemia.
Los datos se desprenden del Índice de Producción Industrial (IPI) de la consultora Orlando Ferreres y Asociados. Aunque la contracción respecto al mismo mes del 2019 fue de 12,5%, la comparación con los meses previos, libre de factores de estacionalidad, es la que permite observar de qué manera se viene desempeñando la industria dentro del pozo recesivo.
Así, se observa que tras un rebote de 22,4% en mayo, de la mano del levantamiento de las restricciones más duras de la cuarentena en fase 1, que permitió que todos los rubros industriales tuvieran algo de actividad, en junio hubo una desaceleración del repunte pero la dinámica continuó.
La mejora de 7,4% de junio se dio, según la consultora, gracias a la lenta vuelta a la actividad de los rubros que se dedican a abastecer a otras industrias, al agro y a la construcción. La rueda productiva comenzando a funcionar lentamente. Así fue que detalló: “La mejora se dio por la recuperación parcial de los rubros de maquinaria y equipo, metales básicos y minerales no metálicos, que mostraron los peores resultados en los meses previos”.
En todos los casos, se tratan de rebotes que ocurren desde niveles de comparación bajísimos, ya que en los meses previos esos rubros registraron caídas inéditas. Algo similar ocurrió con la automotriz, que produjo cero unidades en abril, pasó a 4.802 en mayo y más que triplicó en junio con 15.657. Un nivel tan bajo que está 34,5% respecto a junio del 2019. Pero en el contexto del desplome generado por la pandemia, marca un rebote importante.
Ferreres agregó que si bien la industria sigue operando muy por debajo de lo ocurrido en febrero (la contracción todavía es de 10,2%, según sus mediciones), ya alcanzó niveles parecidos a los de marzo. Además señaló que la intermitencia de la cuarentena, con sus endurecimientos y relajamientos, le pone incertidumbre a la velocidad con la que ocurrirá la recuperación de los niveles previos.
Indicó: “Continuó recuperándose del pozo al que había llegado en abril, pero los plazos de reactivación se están alargando. La industria muestra un nivel de actividad general similar al exhibido en marzo, aunque con fuertes diferencias en la evolución particular de cada sector”.
Y agregó: “Ya no se espera un rebote que ubique a la industria en los niveles que mostraba en 2019. La extensión de la cuarentena, con el actual sistema ´intermitente´, junto con la profundización de la recesión económica y la caída de la demanda interna atentará contra una reactivación industrial temprana”.
En ese sentido, cabe destacar que ya de por sí los niveles de 2019 eran muy bajos. De hecho, en los años previos el sector ya venía sufriendo un desplome continuo, de la mano de la desindustrialización y recesión generadas durante el período Cambiemos.
Así, mientras que la producción del sector cayó 12% desestacionalizado entre enero del 2016 y diciembre de 2019, la participación sobre el PBI pasó de una de 14,1%, en el primer trimestre del 2016, a una de 12,8% en el cuarto del 2019; una pérdida de importancia relativa sobre el total de la producción.
Fuente: BAENegocios.