Un informe del Centro de Economía Política Argentina, CEPA, detalló que entre los principales beneficios del acuerdo alcanzado esta semana se encuentra el ahorro de recursos. “En los primeros años, el país va a poder ahorrar dólares y también pesos. La negociación permite despejar los vencimiento de los próximos años y con ello, recuperar una senda de crecimiento”.
El informe agregó que “si entre 2020 y 2024 vencían 63.664 millones de dólares por todo concepto (capital e interés, deuda pública y privada, ley local y extranjera), vamos a pagar sólo 6.116 millones de dólares aproximadamente”. Esto implica que el país deberá destinar sólo uno de cada 10 dólares que tenía comprometido anteriormente para deuda. Los 9 dólares restantes son los fondos frescos para apoyar la recuperación económica.
Un informe del Centro de Economía Política Argentina, CEPA, detalló que entre los principales beneficios del acuerdo alcanzado esta semana se encuentra el ahorro de recursos. “En los primeros años, el país va a poder ahorrar dólares y también pesos. La negociación permite despejar los vencimiento de los próximos años y con ello, recuperar una senda de crecimiento”.
El informe agregó que “si entre 2020 y 2024 vencían 63.664 millones de dólares por todo concepto (capital e interés, deuda pública y privada, ley local y extranjera), vamos a pagar sólo 6.116 millones de dólares aproximadamente”. Esto implica que el país deberá destinar sólo uno de cada 10 dólares que tenía comprometido anteriormente para deuda. Los 9 dólares restantes son los fondos frescos para apoyar la recuperación económica.PUBLICIDAD
El documento del CEPA precisó también que la negociación tiene otros beneficios como la posibilidad de empezar a frenar la especulación cambiaria y mejorar el margen de las cuentas fiscales. “La negociación descomprime la demanda de divisas, importantísimo en una economía como la de nuestro país atravesado por la recurrente restricción externa”.
Se agregó que “esto permite liberar ingentes recursos fiscales para atender la pandemia y para recuperar el consumo y la producción, y con ello el crecimiento económico. En el presupuesto 2019 los intereses de deuda alcanzaron el 21 por ciento del total de gastos”.
La clave del acuerdo de la Argentina es que se logró mantener una curva de pagos aplanada por los próximos cuatro años cuando el país más necesita estos fondos para apoyar la recuperación. El documento del CEPA planteó que la negociación fue un éxito incluso cuando se la compara contra otros ejemplos de renegociación recientes.
“Para poner en valor: Ecuador está reestructurando su deuda a la par de la Argentina, por un monto menor (17.400 millones de dólares), con una oferta cercana a 59 de Valor Presente. Es decir, nuestro país logra un acuerdo con una sensiblemente menor oferta a la del ejemplo que Blackrock quiso que se emulara”, indicó el documento.
En CEPA indicaron sin embargo que el problema de la deuda no se termina únicamente en los fondos de inversión internacionales. “Hasta el 24 de agosto sigue el periodo para la aceptación de la oferta. Pero a partir de ahí resta la negociación con el FMI por un total de 44.000 millones de dólares”. Será otra tarea compleja para el Palacio de Hacienda.
“El organismo ha sido el responsable de la debacle económica, luego de ofrecerse como garante de la salida de los acreedores privados en 2018 y 2019, impulsando a la vez reformas estructurales en contra de las y los trabajadores. ¿Fue suficiente su ayuda en la actual negociación para hacer “borrón y cuenta nueva”?”, cerró el informe.
La negociación con los fondos de inversión tiene un efecto de alivio financiero clave para la economía argentina. El país se ahorrará pagos por 40 mil millones de dólares en deuda en moneda extranjera y podrá destinarlos a la inversión productiva y el mercado interno.
El acuerdo con los inversores internacionales implicó una reestructuración por alrededor de 66 mil millones de dólares en la cual las tasas de interés que tenía comprometidas el país bajan a menos de la mitad. El cupón promedio de los títulos se reduce del 7 al 3 por ciento.
Con esto el país empieza a pagar intereses similares a los del resto de la región y libera recursos que podrá destinar tanto a la industria como al estímulo del consumo. El mercado interno es una prioridad tras el fuerte retroceso de los últimos cuatro años y el efecto pandemia de este año con el que se potenció la contracción de la economía.
Fuente: Página 12.