El Gobierno dispondrá de financiamiento por u$s500 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para salir a atender a las pequeñas y medianas empresas que se mantengan en pie luego de la crisis. El crédito forma parte de un programa con el organismo por u$s1.800 millones para todo 2020.
Ese financiamiento integra una serie de medidas que denominan “Plan de Industrialización Federal”, que contempla además la rebaja de la presión fiscal para las empresas en el interior del país, que se pondrá en marcha apenas pase la etapa de las restricciones a la circulación de personas.
Tendrá por objetivo primordial atender necesidades para capital de trabajo y refinanciamiento de créditos vigentes. Muchos de ellos son los préstamos al 24% que las empresas están tomando ahora para pagar salarios.
Por otro lado, está previsto que se entregue financiamiento a mediano plazo para permitir a las pymes “restablecer su capacidad productiva, cubrir necesidades de reconversiones y adaptaciones en el proceso de transformación digital por consecuencia de la crisis, y atender un incremento puntual en la demanda”.
En términos concretos, se prevé mejorar las condiciones para los préstamos que se otorgan a través del Fondo de Desarrollo Productivo (FONDEP) y destinar recursos para garantías a través del Fondo de Garantías Argentino (FOGAR), que son administrados por BICE Fideicomisos. La idea es bonificar tasas de interés de créditos que se canalicen a través de los bancos comerciales del mercado, en una especie de esquema de banca de desarrollo en el que están pensando los funcionarios del área económica.
De acuerdo con datos del BID, al menos 30.000 MiPyMEs serán beneficiarias del programa, incluyendo 6.000 MiPyMEs definidas como de mujeres o lideradas por mujeres, priorizando las industrias vinculadas con la cadena automotriz, maquinaria y equipos, e indumentaria y calzado.
Por otro lado, el Plan de Industrialización Federal en el que trabaja el Ministerio de la Producción contempla una rebaja importante del costo fiscal de empresas, con mayor beneficio a las más alejadas de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de una reedición del régimen que se conocía como 814, muy reclamado por la Unión Industrial Argentina (UIA) y las cámaras pyme que permitía a las empresas tomar a cuenta de IVA parte de lo que pagaban en Seguridad Social. En el caso del Tercer Cordón del Conurbano, en 2003 se permitía tomar 0,85 puntos a cuenta del IVA, pero una empresa establecida en la Ciudad de Formosa podía tomar hasta 10,75 puntos porcentuales a cuenta del impuesto.
Fuente: Ámbito Financiero.