La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) realizó el miércoles pasado la Segunda Jornada del Encuentro Nacional de Dirigentes, con la participación de empresarios Pymes de todo el país. En esta jornada se debatió sobre la situación fiscal de las Pymes, las políticas en curso, la indispensable segmentación, y en particular los elementos para una reforma tributaria progresiva.
Disertó el politólogo Pablo Ignacio Caruso, especialista en Planificación y Gestión de Políticas Sociales, investigador y docente UBA-UNLZ, responsable del Programa Nacional de Presupuesto Participativo (Presidencia de la Nación, 2007 – 2015).
Presentó el tema el dirigente de APYME Gabriel Tobal, afirmando que “para nosotros el Estado es un actor necesario y crucial”. “Heredamos el pandemoniun del macrismo, que nos embarcó en un sobreendeudamiento en dólares y que destruyó el aparato productivo agravado por la pandemia global. El actual Gobierno tuvo que lanzarse a afrontar la recomposición del sistema de salud y establecer diversos subsidios para preservar el mercado interno y el trabajo. Dentro de esos desafíos, la reforma tributaria ocupa un lugar necesario y es una deuda pendiente porque todos estamos de acuerdo en que hay que corregir el sesgo regresivo del sistema”, afirmó Tobal.
El dirigente de APYME valoró en la actual etapa logros e iniciativas como el aporte solidario de las grandes fortunas y el aumento de la base imponible para jubilados y asalariados en Ganancias. “En estos días es bienvenido el proyecto de segmentación de tramos del impuesto a las ganancias de sociedades, atendiendo a los reclamos de las Pymes, que son sujetos activos”.
Según la nueva reforma que se va a tratar, se busca reducir al 25 por ciento la tasa marginal menor y esto es importante porque el 90 por ciento de estas sociedades son Pymes. Hay que tratarla e impulsarla y que el poder ejecutivo la reglamente y saque la resolución respectiva.
“También habrá que seguir con la suspensión de embargos y juicios tanto en el nivel nacional como provincial”, consideró Tobal, reflejando la opinión del conjunto de la entidad.
En su alocución, Caruso recordó que “un sistema tributario es regresivo cuando la porción de ingresos que extrae de los contribuyentes de altos ingresos es inferior a la de contribuyentes de menores ingresos; en un sistema progresivo es al revés, la contribución fiscal es creciente a medida que se crece en el nivel de rentas”.
El politólogo aseveró, sobre esta base, que el sistema tributario argentino ha sido históricamente “una institución de desigualdad porque los más pobres aportan un porcentaje de sus ingresos para financiar al estado mayor que el de los más ricos. Esto ha sido así en gran parte de la historia nacional y sigue siendo así”, puntualizó.
Caruso recordó que en la jornada previa del Encuentro de APYME se había observado que las Pymes crecen durante gobiernos populares. “Lo mismo pasa con el sistema tributario -observó-. Cuando más se creció en progresividad fue en el primer y segundo peronismo; en los setenta se mantuvo en un sistema razonablemente progresivo; a partir de la dictadura y del modelo neoliberal nuestro país comienza una profunda reforma extraordinariamente regresiva”.
“Se logró un avance durante los 12 años del gobierno del Frente Para la Victoria -recapituló-, sobre todo a partir de los derechos de exportación (cuando el aporte de los sectores agropecuarios representó 3,5% del PBI), pero la estructura siguió siendo regresiva, y además se dio una fuerte resistencia de esos sectores. Durante los 4 años de la alianza cambiemos la regresividad se profundizó, y desde el inicio del actual gobierno se trata de revertir ese proceso”, recapituló.
“Una de las operaciones del neoliberalismo fue ocultar la idea de desarrollo y poner por encima la de crecimiento, pero sabemos que todo crecimiento se basa sobre una matriz particular de distribución de los ingresos y la riqueza; en cambio el desarrollo tiene tres elementos, crecimiento sostenido, distribución equitativa del ingreso y disminución de la pobreza, señaló Caruso.
En el debate que siguió la dirigencia de APYME estableció como objetivo fundamental para alcanzar el desarrollo el desafío de impulsar una reforma tributaria progresiva, aumentando impuestos al patrimonio y el impuesto a la renta financiera, así como restableciendo el impuesto a la herencia, que en la actualidad sólo rige en la Provincia de Buenos Aires.
Los dirigentes acordaron establecer mecanismos de trabajo para generar propuestas en la coyuntura que alivien la situación fiscal de las Pymes en las distintas regiones, y sobre todo en avanzar con debates y propuestas para una reforma del sistema, que definieron como una cuestión económica, pero sobre todo política.
Para ello coincidieron en que debe combatirse el discurso neoliberal que aboga por una baja de impuestos indiscriminada y que es indispensable construir la fuerza política necesaria para llevar adelante una política según la cual quienes más tienen y más rentas perciban deban aportar en mayor medida, en particular cuando son sectores improductivos.
También hicieron un fuerte llamado a combatir desde el Estado los mecanismos de evasión y elusión impositiva, en particular de los grandes exportadores agropecuarios y compañías mineras.
El próximo miércoles a las 19 horas, los dirigentes de APYME volverán a encontrarse para debatir sobre el tema Acceso al crédito, con la participación del economista Alfredo García.