El inicio del año encuentra a la industria cordobesa en un escenario marcado por la incertidumbre y la contracción del mercado interno, con un impacto particularmente severo en las pequeñas y medianas empresas (PYMES). Según un relevamiento realizado por la Unión Industrial de Córdoba (UIC), el sector industrial enfrenta desafíos significativos, con una caída generalizada en la producción, la demanda y la liquidación de stock en comparación con el último trimestre de 2024. Aunque algunos indicadores financieros muestran cierta mejoría, la situación dista de ser alentadora, especialmente para las empresas más pequeñas.
Contracción del mercado interno y desafíos para las PYMES
El informe destaca que la mayoría de las empresas, especialmente las micro y pequeñas, han experimentado una fuerte caída en la demanda interna, lo que ha llevado a una reducción en la producción y el stock de insumos. Este fenómeno se agrava por el aumento de los costos, tanto salariales como de materias primas, que han erosionado los márgenes de rentabilidad. Las microempresas son las más afectadas, con serias dificultades para cumplir con los pagos de salarios, tarifas e impuestos, lo que ha llevado a muchas a reducir turnos y personal.
Las pequeñas empresas, aunque en una situación ligeramente más estable, también enfrentan desafíos significativos. A pesar de mantener niveles de inversión, la caída en la producción y la retracción de la cartera de clientes locales han limitado su capacidad de crecimiento. Un 4% de estas firmas incluso podría enfrentar el riesgo de concurso preventivo, según el relevamiento.
Optimismo moderado en un escenario frágil
Aunque el informe de la UIC refleja un optimismo generalizado entre las empresas, con un 72% confiando en una recuperación en los próximos meses, este entusiasmo parece estar desvinculado de la realidad que enfrentan las PYMES. La mirada interanual muestra mejoras en algunos indicadores, pero la rentabilidad sigue siendo un punto crítico, especialmente para las empresas más pequeñas. El aumento de los costos salariales y de insumos, sumado a la caída de la demanda, ha creado un círculo vicioso que dificulta la recuperación.
Inversión en un contexto adverso
Uno de los aspectos más llamativos del informe es la aparente disposición de las empresas a invertir, incluso en un contexto de contracción económica. El 69% de las empresas considera que este es un buen momento para invertir en productos y procesos, mientras que las medianas y grandes empresas han mantenido o aumentado sus niveles de inversión. Sin embargo, este dinamismo inversor no se traduce en mejoras inmediatas en la rentabilidad, especialmente para las PYMES, que enfrentan mayores dificultades para acceder a financiamiento y competir en un mercado cada vez más ajustado.
La situación de las grandes empresas: una perspectiva diferente
En contraste con las PYMES, las grandes empresas muestran un panorama más estable, aunque no exento de desafíos. A pesar de una caída en la producción y la demanda, han logrado aumentar sus niveles de inversión y mantener un stock estable. No obstante, el 22% de estas firmas aún enfrenta dificultades para cumplir con sus compromisos financieros, lo que refleja la complejidad del escenario actual.