Así lo refleja un “Informe Técnico” que elaboró el Ministerio de Desarrollo Productivo de la nación, donde analiza indicadores de actividad, producción y consumo desde que se decretó la cuarentena en Argentina hasta fines de abril. Destaca el rubro turismo como el más perjudicado en un escenario en el que la gran mayoría de los sectores tuvo bajas profundas.
Considerando los últimos dos años, la economía venía en declive. En 2019 el PBI cayó por segundo año consecutivo. Consecuencia de ello, “el desempleo rondó el 10% en un mercado de trabajo precarizado, el consumo privado tuvo la caída más profunda desde 2002, el salario real se contrajo por segundo año consecutivo, la pobreza y la desigualdad alcanzaron sus marcas más altas en una década. En este sentido, el shock del COVID-19 recae sobre una estructura socioeconómica ya debilitada.”
Por tanto, los números de marzo (en abril se acentúan) muestran que la construcción se contrajo un 46,8% interanual. Por su parte, la industria retrocedió 16,8% interanual, alcanzando una baja similar a 2002. Los descensos más pronunciados se evidenciaron en los productos minerales no metálicos (-40,7%), en línea con la abrupta caída del sector de la construcción. El segmento automotriz no fabricó ningún vehículo en abril, por lo que la producción cayó 100% frente al mismo período de 2019.
En el caso de las ventas minoristas, según CAME (Cámara Argentina de la Mediana Empresa), cayeron de manera interanual un 57,6% en abril. “El 94,5% de los comercios relevados presentaron bajas en sus ventas y no alcanzaron a cubrir sus costos operativos”, informa el documento.
“El segmento automotriz no fabricó ningún vehículo en abril, por lo que la producción cayó 100% frente al mismo período de 2019.”
El informe concluye que abril, en términos estadísticos, seguirá reflejando números muy duros y contundentes para los sectores económicos en general. Lo que implicará mejorar y ampliar las distintas políticas y programas que implementó hasta la actualidad desde que se inició la cuarentena. Por ello, sugiere que el Estado nacional haga las evaluaciones pertinentes de estos programas y, de este modo, “analizar la continuidad de la asistencia estatal que permitan atenuar el impacto económico del coronavirus.”
Para profundizar la lectura del informe citado, puede acceder a